¡¡¡otra parte!!! esto... sigue sin nombre y sin futuro.

Había estado mirando los trabajos de mis compañeros de clase por encima.
Cada uno se levantaba, y orgullosos mostraban su trabajo en PowerPoint, eran trabajos sobre la sociedad “¿Qué te parece injusto?”

Pintorreaba en mis libretas con el boligrafo y de vez en cuando alzaba la vista  hacia la gran pantalla, y volvia a mis dibujos.

Antonio que estaba sentado a mi lado, miraba por la ventana, sin darle importancia a lo que sucedía a su alrededor.

Yo no hice ningún trabajo ¿para que? Total, esto es alternativa, aunque no hagas nada, la aprobabas.

Continué enfrascada en mi mundo, cuando dos nombres me hicieron volver a la realidad.

-Ana y Mia son seudónimos denominados a la anorexia y bulimia.

Alce la mirada rápidamente y mire a la pantalla, había una foto de un niño desnutrido y otra foto de una chica a la cual se le notaban los huesos, y se miraba a un espejo tapándose la cara, como si temiese lo que veía.

No me fastidió que se hablara de ello, obviamente es un tema que atañe a la sociedad y va a ser discutido, pero me enervó la forma de juzgar a las personas que tienen anorexia y bulimia.

En resumen.

La chica que presentaba el trabajo con diapositivas, explicaba que le parecía injusto que gente que puede comer, no lo haga, mientras ahí personas que mueren de hambre.

¡vale, ya me estaba tocando bastante las narices la niñata!

Estuve a punto de levantarme para decirle que, se equivoca, cuando Antonio me agarro la mano y moviendo los labios sin articular sonido alguno me dijo un corto y claro:

-cálmate

agarro mi mano aun mas fuerte, tanto que me hizo un poco de daño, sabia que como me soltara me levantaría y diria algo de lo cual luego me arrepentiría, había personas que nos miraban curiosos, como si fuésemos una pareja, pero no es nada de eso, yo a Antonio lo quiero como un buen amigo, puede que nos hayamos besado en una ocasión pero, ese día solo necesitábamos un consuelo, sentirnos amados.

Lo cual no servia de mucho, ya que no sentíamos nada cuando nos besamos, pero acabemos mas tranquilos y eso de una forma u otra nos a unido un poco mas.

La chica continuaba hablando, yo estaba bastante alterada, y en cambio Antonio, le parecía todo tan indiferente.

La forma de tratar la anorexia y la bulimia en la opinión pública no es la correcta, la gente se piensa que puede hablar y opinar a la ligera sobre Ana y Mia, creen que comprenden este mundo.
Al fin y al cabo, sólo somos unas locas que no quieren comer, unas superficiales que desperdician la comida, ¿sólo somos eso?
¡estoy un poco harta de este estigma que nos ha caido!

Parecía que eramos los culpables del hambre mundial.

yo no he provocado que esa pobre gente no tenga que comer, mi enfermedad no les ha quitado un bocado a ellos y lógicamente quedo igual de impactada que una persona con hábitos alimenticios normales al ver una imagen de un niño muerto por inanición, la desigualdad es muy jodida y ojala pudiera alimentar a esa gran mayoría de población mundial que no tiene que comer, pero nosotros no merecemos que se nos juzgue de esa manera, un problema no tiene que ver con el otro.

busque a Antonio con la mirada, el me miro con esos brillantes ojos castaños, cuando, sin esperármelo, me dio un ligero y corto beso en los labios.

Lo mire con los ojos como platos ¿acababa de besarme delante de toda la clase?

-ya no tienes que preocuparte por ese trabajo-susurro con una sonrisa- ahora creo que debes preocuparte por otra cosa- señalo hacía atrás con la cabeza

Mire donde el decía, y nuestros compañeros de clase, nos miraban con una expresión de asombro.

Le golpee en el brazo suavemente.

-no deberías haberlo echo-le susurre- ya sabes como es la gente, hablan demasiado.
-bueno, estabas bastante alterada, y creí que lo mejor seria calmarte distrayéndote con algo.
-bonita forma de distraer a la gente, la tuya.
-no te emociones, ya sabes que aunque sea bisexual, me gustan mas los hombres.

Sin poder evitarlo, comencé a reírme a carcajadas, llamando la atención de la gente, e incluso la atención del profesor que me miraba indignado.

Hacia mucho tiempo que no me reía así.

Gracias a los dioses que tengo a alguien como el conmigo, si no, no se como hubiese soportado todo yo sola.