viernes, 18 de febrero de 2011

La aprendiz de bruja.


Las gotas de lluvia se precipitaban contra el cristal de las ventanas del BMW de mi hermano. Estaba recostada en el asiento de atrás, mirando como las gotas resbalaban por el cristal hasta desaparecer, como el paisaje que íbamos dejando atrás.

Cruce los brazos frente al pecho, y dirigí una mirada fulminante a los pasajeros que tomaban asiento delante, la música de la radio sonaba con fuerza, como los gritos martirizantes de mi hermana mayor Sophie, intentando imitar a la cantante.
El apuesto abogado que tengo por hermano, sonreía divertido por mi Hermana.

Sophie, dejo de cantar por un momento, volteándose en el asiento dirigiendo una mirada hacía mi.

-¿Por qué esa cara tan larga?-No conteste, simplemente volví a mirar a la ventana.
-sabes que lo siento, Amanda, pero el trabajo es el trabajo. -continuo mi hermano sin apartar la vista de la carretera - pero tu y Sophie podéis tener una buena vida allí, saldremos adelante-hizo una pausa y continuo- como siempre hemos hecho.

Realmente, Chad tenia razón, siempre hemos estado saliendo adelante solos, cuidando los unos a los otros. nuestra madre murió de una grave enfermedad hace ya varios años, y nuestro padre, vivió su vida por separado, en la calidez de otra familia, olvidándose de los hijos de su esposa ya muerta.

Mi mirada ahora se poso en el pequeño conejito azul que colgaba por el espejo retrovisor, danzando sonriente de un lado a otro.
Quien diría que aquel pequeño peluche, era de Sophie, una chica de dieciocho años, que estaba preparándose para entrar en la universidad, tan vivaracha y cándida como una niña pequeña. Aun recuerdo la cara sonriente de Chad cuando Sophie se lo dio como regalo, y este, lo lucio sin vergüenza alguna en su coche. Tan maduro, y tan amable, preocupándose por sus hermanitas, mas que un hermano, era como un padre, se había visto obligado a comportarse como tal cuando papá nos abandono.

acababan de ascenderle, y por ello, nos teníamos que mudar a un pueblo perdido de la mano de dios; Freedom.
Ahora mismo odiaba Freedom, deseaba destruirlo, por haberme quitado la vida a la que había estado acostumbrada siempre.

Perdonar a mis hermanos por esto, los perdonaría, simplemente tengo quince años y estoy en plena edad de rebeldía, así que podía quejarme, todo lo que quisiese, al menos, eso pienso yo.
Apoye mi cabeza en el cristal, mire las gotas de lluvia, cayendo una tras otra, poco a poco cerré los ojos, y me dormí en el asiento, para despertar, en mi nuevo hogar.



esto lo escribi hace mucho tiempo, muchisimo. una historia de brujitas.
cuando encontre la libreta con los capitulos, y notas.(las cuales, algunas cosas quedaron en el olvido, o simplemente, no se pueden leer U)
me acorde de mis niñas. Anna, Rebecca, Noemi, y como no, Amanda (o Mindy). me dieron ganas de volver a escribirla. 

pero no me gusta como esta quedando, quizas se deba a que me da verguenza. ademas, lo veo muy tipica, supongo que para una historia personal, me vale. ^^ traerme buenos recuerdos me trae. y algunos no tan buenos...
pero como aqui solamente se pasa mayormente, mi amiga Luna de plata, pues, le permito que lea, este pedacito del principio de la historia. quizas lo cambie. o no se... quizas al continue o no, solo el dios del destino lo sabe xD
-////- no se metan mucho conmigo, por dios. 




1 comentario:

  1. dios! no te metas con ella!! xD
    ME GUSTA UN MONTON *-*
    ¿quieress que te pege?
    ¡¡me encanta como describes!! ¬¬
    sige!!
    ya te dare la paliza en persona xD

    ResponderEliminar